Mi Nuevo amante.

El dolor era intoxicante, no podía abrir los ojos pues todo a mi alrededor me recordaba que ya no había nada dentro de mi, no había amor ni por mi ni por nadie mas , no había alegría no había un ser superior no estabas tu…

Pero el dolor me daba cierta seguridad, me daba miedo o talvez solo flojera dejarlo ir, me seducía y yo me entregaba a el como nunca pude entregarme a ningún hombre. No dejaba que ningún otro abrazo me trajera consuelo, éramos solo yo y el (el dolor) y así estaba bien, lo conocía de adentro hacia fuera, no había sorpresas no había engaños no había expectativas por cumplir, solo el dulce placer de saberme de el completamente, solo el dulce placer de sentirme viva aunque fuera solo sintiendo dolor…