LA CARTA.

Se me olvido de nuevo como se sentía no estar atada a alguien ahora después de varios meses de haber terminado el engaño en el que yo misma me involucre para pretender que ya no te amaba, consume mi alma de una forma que no me pudo explicar.. Si es cierto en verdad viví con el, en verdad lo bese con estos labios que solo quería que fueran tuyos… en verdad te pensé en cada momento en cada sensación en cada respiro, se que es difícil de creer pero esta es la verdad y de alguna manera debería de tener algún peso ante tus ojos, ¿no?

Que fácil es decir cosas que no sentimos en realidad y lo que mas miedo me da es que después de un tiempo uno termina creyéndose la mentira, como pude decirle a alguien que lo amaba, llorar por el y hasta en ocasiones rogar su cariño... ¿Como? Como puede uno lastimarse tanto así y ni siquiera darse cuenta que esta viviendo dentro de una obra, como una marioneta que es manejada no por el destino pues este es sabio, si no más bien por la soledad que en ocasiones en la peor consejera que uno pude llegar a tener.

Así se orquesto la mentira que viví por meses (que en mi mente parecieron años) así aun tengo una rabia que se apodera de mi cada vez que pienso como me convencí que de verdad esta persona era para mi, me da rabia como tantas veces maquille su cara con tu rostro ,sus palabras por las tuyas , como cambie poesía y búsqueda espiritual por la miserables pasajes de un niño mimado que nunca ha vivido por nadie mas que por el … lo siento mi amor por haber quedado con el tanto tiempo y pensar que seria el padre de mis hijos cuando al que de verdad ame todo este tiempo fue a ti, a tus poemas de Neruda, a tus comunismo, a tus preguntas validad de sufrimiento humano que tanto se parecen a las mías, creo que me confundí pues viven de la misma parte del mundo tu y el, pero no del mismo lugar espiritual.

Este carta de perdón mas bien se la ofrezco a mi alma mas que a ti, pues ella la que vivió engañada por mi entupido miedo a sentirme sola, fue a ella a la que acalle miles de noches, fue ella la que me hacia morderme los labios en los momentos de intimidad para no gritar tu nombre, fue ella la que perdió un pedazo en esta obra cruel en la que yo misma me adicione.