“No puedes, no debes enamorarte de un mortal”… dijo el mi príncipe oscuro mientras su voz llenaba la húmeda habitación infestada de alimañas que se alimentaban de nuestra putrefacta carne inmortal.
Pero ya era tarde ya lo amaba mas que a nadie, y ese amor eran tan grande que no deseaba convertirlo en lo que, mi príncipe oscuro alguna vez me había convertido proclamando que lo hacia por amor. Pero aun así lo llamaban mis entrañas, lo llamaba ese don oscuro que infecta todo lo que toca, todo lo que ve, todo lo que ama, pues solo lo cubre de oscuridad. Vida eterna, ha!! le escupo en su cara ahora y el amor del príncipe, es tan enfermizo que aunque yo ya no posea aliento me asfixia…
Como detener lo que somos, como amar de otra manera si como buena aprendiz, aprendí que esa era la única manera de amar, SU manera de amar, la de mi príncipe, ese amor que me prometió el cielo pero termino hundiéndome en esta mugrienta habitación, ese amor que consume por dentro que no pide solo arrebata, como poder amar de una manera diferente si solo así se amar?
“Dime quien es ese humano”.. reclamaba con gran enojo mi creador, pero yo callaba, me callaba su nombre en lo mas profundo de mi alma, lo guardaba como si fuera el ultimo respiro de mi vida mortal , como si el hecho de pronunciarlo significara sacrificar el ultimo aliento humano que me quedaba, su nombre lo guardaba en el único espacio que el príncipe no había logrado penetrar, el único lugar de mi alma que permanecía claro y puro, in corrompible, ese lugar hoy se encontraba en peligro de perecer en manos de ese hombre que había sido todo para mi, este hombre que me dio algo que yo no poseía pero a lo cual ahora después de siglos no encuentro de utilidad alguna.
Me quedo callada y aguanto su cólera como muchas noches antes de esta, espero… a que? ya no se!!, pero espero… ya no lloro mis lagrimas me han abandonado , este es un dolor vació, un dolor anejo que ya no se como sentir, pero se que allí esta, me lo imagino lo saboreo.
Salgo y me alimento de la primera persona que cruza mi camino para tragarme con su dulce sangre el nombre de mi amado y así volver a hacer el monstruo que no se como dejar de ser,ese que no pide ese que solo arrebata.
( Relato inspirado por la cancion I PLAY DEAD de BJORK y la poca facultad de amar de la autora )